La llegada del cachorro a casa por lo general despierta en nosotros aquel sentimiento de amor que desata una serie de atenciones para con el perro, rompiendo siempre aquellas normas básicas y descuidando su educación por pensar que el cachorro se puede poner triste y hasta resentirse. Te habrá pasado que estando en la cama ves como tu perrito se esfuerza saltando para subir a tu lado, no pasan ni unos minutos y ya le estas ayudando a trepar. Quizá sea un juego inocente de tu parte pero estas acciones harán que tu perro en un futuro siga viendo su cama como la suya y por ende se presenten problemas de educación.
Desde pequeño hay que tener claro que el cachorro necesita aprender las normas de comportamiento que deberá respetar dentro y fuera del hogar. Esta bien ser sentimental pero seamos realistas, al perro no le hará bien que le digas siempre SI a todo, es como un niño pequeño que necesita padres responsables.
Por lo anterior no es nada prudente que el perro duerma en tu cama, él cachorro tiene que conocer su espacio y el espacio de los humanos, pues con el tiempo puede desencadenar comportamientos posesivos e incluso tornarse agresivo si siente que tú invades el que pensabas era tu territorio.
Por otro lado la higiene del animal por más cuidado que tengas siempre tendrá sus riesgos, así que cuida tu salud y no permitas que el perro duerma en tu cama. Aunque sinceramente habrá quienes vayan contra las recomendaciones y definitivamente querrán dormir al lado de su compañero de juegos, en ese caso asegúrate de que el cachorro tenga todas sus vacunas, separa la cama y limpia sus patas antes de que suba.
Sería bueno que realices un cambio diario de sábanas si es que el perro acostumbra a dormir a tu lado. Con el tiempo es probable decidas que ya debe dormir en su propia casa, esto costará trabajo pero con paciencia se logra, recuerda adquirir mantas, almohadas u otro elemento para hacerle cómodo el descanso. Ten presente usar el famoso «NO» si ves que tu perro tiene intensiones de regresar a tu cama.