La fobia a los animales es un miedo exagerado e irracional ante cualquier animal que obstaculiza el normal funcionamiento de sus vidas. Al ser un trastorno debe ser tratado por un profesional de salud mental que ayude al paciente a reconocer cual fue el detonante y darse cuenta de que sus temores no se basan en peligro alguno. Si bien son muchísimas las personas que aman a los animales y existen grandes cantidades de gente que tienen una o más mascotas en sus hogares; existe también gente que no puede siquiera ver o estar cerca de un animal.
Y no se habla de animales salvajes o de otros peligrosos; sino de animales comunes como cachorros, gatos, conejitos y otros similares.
Esta situación se conoce como fobia a los animales y no es otra cosa que un miedo exagerado e irracional ante cualquier animal que obstaculiza el normal funcionamiento de sus vidas.
En realidad, no existe una causa determinante para esta fobia, pero puede ser que se deba a las distintas experiencias de cada individuo lo que lo lleva a este tipo de trastorno, y si no se trata, la fobia puede empeorar dificultando mucho más la vida emocional y social de la víctima.
Sin embargo, pueden reconocerse algunos síntomas de esta zoofobia, como ese gran sentimiento de temor y que puede convertirse en pánico de forma espontánea cuando se tiene en frente a un animal. Pensar en las reacciones de los animales de forma automática es otro de los síntomas de una persona con este tipo de trastorno.
Al ser una fobia como muchas otras, el mejor tratamiento parece ser el que ofrece un profesional de salud mental. Este especialista comenzará por averiguar el factor inicial que fue el detonante de este miedo irracional y extremo que siente y muestra la persona.
En varia sesiones, tanto el psicólogo como el paciente conversaran sobre las experiencias que crearon el temor y que con el paso del tiempo se convirtió en fobia, así como se buscaran alternativas y soluciones para poder hacer frente a los síntomas.
Este es el mejor de los tratamientos ya que la mayoría de personas afectadas superan completamente esta condición. Algunos profesionales eligen la terapia cognitivo conductual, ya que el paciente puede enfrentar su miedo a través de una progresión sistemática y gradual, mientras aprende a controlar sus reacciones físicas y mentales.
El paciente llega a acostumbrarse a la fobia, hasta que se da cuenta que sus temores no se basan en peligro alguno.
Son muchos los especialistas que trabajan con este tipo de terapias y pueden buscarse también grupos de apoyo que estarán dispuestos a brindar mucha ayuda.