El comportamiento de los perros sigue un curso de errores por culpa en la mayoría de las veces del método humano que por lo general creemos ofrece demasiado amor, no decimos que sea malo pero el animal necesita la satisfacción sobre tres factores: el ejercicio, la disciplina y el afecto. Antes de corregir a las mascotas primero se debe corregir a sus dueños. El dar a los perros afecto, luego afecto y al final más afecto no es el mejor orden, al final los perros reciben daño psicológico por más buenas intenciones que tengamos para con ellos, esto será notorio pronto con una conducta inapropiada.
De seguro el ofrecer mucho amor hace que un perro le de satisfacciones al dueño, alegrando en total su vida, pero lo que en realidad sucede es que el perro no se sentirá completo, no tendrá al final tantas cosas que lo llevarán a ser una mascota plena y en cierto sentido realizada.
Observando se aprende, de alguna forma los perros son nuestros maestros y nosotros existimos para seguir aprendiendo, hay que hallar la forma creativa de satisfacer a las mascotas y para comenzar es bueno seguir los tres puntos: el ejercicio, la disciplina y el afecto. Si dejamos que el afecto o amor sea lo que prime estaremos creando un perro insatisfecho.
Como antes señalamos podemos ser creativos, existen muchas maneras para lograr un perro en perfecto equilibrio emocional, salir a caminar o pasear, correr en el parque, dejar que el perro se integre y socialice con otros perros, tener sesión de entrenamiento quizá con apoyo de profesionales y el amor entregado cuando la mascota cumple con un buen comportamiento, jamás premies ni siquiera la tristeza.