Lamentablemente los perros también sufren de enfermedades congénitas, es una pena observar a un perro que vive con enfermedades muchas veces incurables, pero si tienes los recursos para poder llevar a tu can a un buen veterinario, no lo dudes ni un segundo, también son vida y así podremos ser parte del bienestar de salud para ellos. La displasia es una enfermedad congénita en la que tu perro nace con una mal formación en la cadera, también es llamada luxación de cadera, esto quiere decir que hay un defecto de desarrollo en la articulación entre la cadera y el fémur. Los perros de raza grande son mayormente más afectados con este mal, además también puede ser por sobrealimentación, pero siempre arrastrando un mal congénito.
Esta enfermedad es muy dolorosa tanto así que tu perro no podrá correr ni saltar quedándose lamentablemente en postración. Las razas más sutiles a padecer de esta enfermedad son el Pastor Alemán, el Labrador, el Rottweiler, el Terranova, el Golden Retriever y todos los canes de gran tamaño.
Si notas que es muy probable que tu perro sufra de esta enfermedad, pues aparece a la edad de tres a cuatro meses, es importante que lo tengas en chequeos periódicos, para poder tratarle la molesta afección.
Se dice que uno de los mejores ejercicios para un perro con displasia es la natación, este ejercicio es muy bueno, porque hace desarrollar los músculos que se encuentran rodeando las articulaciones probablemente sin desgaste, recuerda que cuando hay desgaste del mismo hace que el dolor sea intenso. Por ello se recomienda visitar las piscinas de canes por lo menos dos veces por semana.
No olvides que otro tipo de amenaza que intensifica el dolor de cadera es el peso del perro, pues si el animal se encuentra con sobrepeso es muy difícil que deje de sentir dolor, porque todo el peso va apoyado en la cadera y cuanto más peso tenga peor será el dolor; por ello es más recomendable que optes por la comida sana, sin muchas grasas saturadas, y si puedes alimenta al can con comida balanceada.
Es preciso que lleves a dar ejercicios de caminatas a tu can, ello le hará bastante bien, hazlo dos veces al día por lo menos veinte minutos, trata de observar el comportamiento de tu can en el momento de su ejercicio, pues demasiado también puede ser contraproducente.
Ya sabes que los animales y en este caso «el perro», tienen que ser cuidados, recuerda que si tu can sufre de displasia trata de llegar hasta el final con él, no permitas que su dolor se expanda, más bien trata de que disminuya buscando todas las posibilidades para su pronta recuperación, dale cariño y masajes, estos será muy apreciados por tu can, trata de que él sienta que tú estás con él en las buenas y malas; y así como es tu mejor amigo demuéstrale que tú también lo eres.