Los perros de la raza Bull Terrier requieren ser cuidados con especial atención así como pasa con otros perros de raza cuyas características físicas nos obligan a ceñirnos a ciertas normas de higiene, alimentación y salud general. La raza de los Bull Terrier muda su pelo dos veces por año, así que para facilitar esta expresión de su naturaleza sería oportuno y sano que le dediques tiempo al cepillado. Cepilla su pelo a diario para que elimine aquellos pelos muertos, utiliza cepillos de cerdas o guantes especiales.
Los oídos de los perros tienen que estar limpios para gozar de salud. Para limpiar los oídos del Bull Terrier usa gasas de algodón, esto si determinaste que tiene ácaros. Esta raza tiene mucha energía y por eso los ejercicios a diario mínimo dos horas le proporcionará salud evitando que engorde por sedentarismo.
Una de las enfermedades propias de la raza por herencia es la conocida como opacidad del cristalino, ataca a los ojos y la solución consiste en extraer el cristalino. Los Bull Terrier tragan de todo por eso pueden presentar obstrucción gastro-intestinal o enfermedades renales, así que debes siempre estar alerta cuando lo sacas a pasear o no dejar objetos a su alcance.
Otros problemas que llegan por herencia son las enfermedades al corazón y la sordera, también la acrodermatitis que se presenta como lesiones en los dedos y el hocico, se debe tratar de inmediato para que no afecte al momento de comer o caminar.