Los gatos son animales increíbles, pero todod tienen conductas primitivas de cuando eran animales salvajes. Corren y están siempre en movimiento como si fueran a cazar, meten la pata en el agua antes de beberla y traen regalos nada agradables a sus dueños. Los gatos pueden ser las mascotas perfectas, las mejores de todas para los amantes de estos felinos, sin embargo, muchas veces tienen comportamientos que no dejan de sorprender y hasta logran causar preocupación en sus dueños.
A veces, sus costumbres no dejan de ser las primitivas, cuando era un animal salvaje que debía proteger su vida a toda costa.
Por ejemplo es común que nuestro minino meta la pata en el agua antes de beberla, pero la razón justamente tiene que ver con la necesidad que sienten de probar el agua antes para asegurarse de que es segura, y que no se enfrenta a ningún peligro.
Otra de sus conductas algo raras, es el hecho de cavar y raspar su comedero como si estuviera buscando algo. Pero al igual que la anterior, también se relaciona con sus antepasados, que guardaban y enterraban sus alimentos para comer después.
Han sido muchos los dueños de gatos, quienes afirman que sus mascotas tienen como obsesión lamerles el lóbulo de la oreja, y también hay una explicación para esto que llega desde el tiempo en que nacen. Al ser separados de sus madres antes del desmame, ellos gustan de lamer las orejas de sus amos ya que les da la sensación que tenían cuando eran alimentados por su madre.
También hay temporadas en las que se mueven y no dejan de hacerlo, corren de un lado a otro y hasta dan saltos como si estuviesen bailando. Pues como era de esperarse, este también es un comportamiento ancestral, ya que se tenía la gran necesidad de correr para estar en forma y poder cazar con facilidad y agilidad.
Y ¿quién no ha recibido un regalo extraño y hasta desagradable por parte de su mascota felina? Seguro que a todos les ha llegado algún presente, y casi siempre se ha tratado de un ratón, o de un insecto que han cazado. Es la forma de demostrar el cariño y afecto que tienen por sus propietarios.
Encima de todo, sabemos que duermen muchas horas al día, entre 16 y 18 cuando son adultos, y más de 20 horas cuando son pequeños cachorros.