La comunicación especial que adquirimos al convivir con las mascotas así más integral la existencia. La vida cotidiana nos sirve como campo de entrenamiento, nadie comienza sabiéndolo todo y así sucede con la relación humano-animal, solamente el tiempo revelará una comunicación muy particular. La conexión de la mirada entre el humano y la mascota les integra, puede llevarnos a un entendimiento único, desde luego que habrá que tener un espíritu asertivo con ganas de integrarse por así decirlo ‘el alma de la mascota’, puede parecer algo ilógico para la ciencia pero los dueños que aman a sus mascotas entiende bien nuestra referencia.
Diversas formas de comunicación afianzan la convivencia del perro con los humanos en el hogar, las caricias y la forma de recibirlas, como antes mencionamos esta también la conexión de las miradas, la empatía en palabras, la proximidad sentida cuando el amo no se encuentra y otras expresiones de lenguaje corporal (ladridos, movimiento del rabo, correr, saltar y más).
Aprender el nuevo lenguaje que es llamado también ‘lenguaje del amor’ requiere obligadamente tiempo, dentro de aquel tiempo las experiencias en diversos contextos aumentan significativamente su fácil traducción. No olvidemos jamás que como dueños responsables debemos aprender a observar de forma profunda y casi filosofando, siempre hazte preguntas, trata de mantener tu mente abierta pues el universo de las mascotas sigue siendo amplio y requiere una exploración sin descanso y con mucha curiosidad.