Las aves pueden desarrollar una conducta conocida como picaje en donde se arrancan las plumas y a aveces, hasta se automutilan. Se debe a muchas razones como el fracaso sexual, problemas dermatológicos, y hasta la inadecuada absorción de vitaminas, proteínas y ácidos grasos. Es común ver a nuestras mascotas con alas, jalarse y hasta desplumarse. Según los expertos, esta es una actividad de aves muy inteligentes, pero que llegan a causar mucha preocupación a sus dueños, cuando se convierte en algo exagerado.
La conducta que les lleva a automutilarse, arrancándose las plumas y dejando varias zonas de su cuerpo desnudas, se conoce como picaje.
Son las aves que se encuentran en cautiverio como los canarios, los loros, los guacamayos y las cacatúas las que llegan a desarrollar con mayor frecuencia este tipo de comportamiento, y a veces se lesionan, o son causas de severas hemorragias que terminan con la vida de la mascota.
Una de las principales razones del picaje es el fracaso sexual, siendo leve cuando son muy jóvenes y complicandose mientras se ponen más añosos. También influye la época de reproducción y de cría, ya que tienden a acicalarse con mucha frecuencia durante el cortejo, y cuando preparan sus nidos usando sus propias plumas.
Sin embargo, puede deberse como consecuencia de ciertas enfermedades como problemas dermatológicos, a parásitos externos que provocan cambios físicos en las patas y en otras zonas. Algunas complicaciones en los intestinos como la inadecuada absorción de vitaminas, proteínas y ácidos grasos, también se convierte en un motivo.
Estar ubicadas en un ambiente seco, oscuro y ruidoso en exceso, al igual que permanecer en una jaula pequeña, puede hacer que las aves dominantes piquen a las más débiles, iniciándose a practicar esta conducta.
Y al ser animales muy inteligentes, y con un amplio sentido afectivo y emocional, llegan a acostumbrarse rápidamente a la vida en el hogar, pudiendo desarrollar ciertas dependencias hacia sus dueños, lo que hace imprescindible el hecho de otorgarle mayor atención y cariño.
La enfermedad puede enfatizarse si las aves no son entrenadas correctamente, por lo que resulta imprescindible realizar un manejo y necesidades sociales con otras aves, ayudándoles a reducir estas costumbres.
Por otro lado, su dieta debe ser rica en carotenos, ofreciéndoles mangos, zanahorias y vegetales de color verde oscuro.
Es recomendable no colocar su jaula en lugares próximos a la cocina, donde estara muy expuesta al humo, pudiendo cubrir el plumaje de grasa. Para estimular y favorecer su acicalado, resulta bueno rociarla con agua tibia, y llevarla con el veterinario, si la situación se agrava.