Por su propia naturaleza, los gatos pueden resultar un tanto destructivos, sobre todo suelen arañar los muebles y jalar las cortinas. Pero para evitar otros desastres en casa, se puede comprar o elaborar un rascador casero, muy fácil y rápido de hacer. Como ya hemos dicho en varias oportunidades, los gatos pueden ser mascotas excelentes, son muy cariñosos, independientes y no es necesario ofrecerles muchos cuidados para que se mantengan saludables.
Claro que tampoco se quiere decir que no deben ser vacunados, o que no deben realizar visitas regulares al veterinario, ya que estos son parte de los cuidados esenciales que deben recibir, al igual que la higiene, y una alimentación de calidad.
Todo está bien si se tiene al minino en casa, ya sea en un espacio que se le ha preparado en el interior de la misma, o si se le ha ubicado en un jardín que también forma parte del hogar.
Muchas personas que aman a estos felinos se dedican a entrenarlos para que sean obedientes y hasta sorprendan con algún truco. Pero lo más importante, es que aprendan a obedecer y a no causar destrozos acabando con los muebles y otros accesorios que se tengan.
Lo que suelen hacer como parte de su propia naturaleza, es arañar los muebles y las cortinas que se tengan en las habitaciones. Pero esta situación puede evitarse adquiriendo para ellos unos rascadores especiales que pueden conseguirse en cualquier tienda de mascotas.
Si bien este producto podemos encontrarlo a distintos precios, también se puede elaborar uno casero que va a resultar mucho más económico y cumplirá la misma función.
Lo más importante es tener trozos de cartón de distintas cajas que muchas veces encontramos en la propia casa, de algunos productos o electrodomésticos que se han comprado.
Si ya tenemos el cartón debemos cortarlo en tiras más o menos de un tamaño de 4 centímetros de ancho y de 45 de largo, esto debido a que los gatos disfrutan cuando están estirados y pueden rascarse.
Lo ideal es lograr un total de 40 o 50 tiras, que las iremos pegando una con otra utilizando un pegamento de contacto.
Cuando estén todas las tiras pegadas, estará listo para ser colocado en el ambiente que se cree conveniente y utilizarlo como rascador. La textura será lo queestimularáa al gato y lo animará a pasar mucho tiempo con él.
Ahora si notamos que nuestra mascota está un poco reacia y no se acerca al nuevo rascador, se puede introducir algunas hierbas aromáticas, que le recuerden olores naturales y que les inciten a jugar, por los pequeños agujeros que tiene; se pueden colocar cerca algunos de sus juguetes también para que consigan acercarse.