Los gatos suelen perder pelo pero a veces esta caída pude ser sun síntoma de alguna enfermedad o de una reacción alérgica. La sarna y tener afectado el sistema inmunológico también tienen mucho que ver; por lo que se recomeinda ofrecerles una dieta balanceada y frecuentes visitas al verterinario sobre todo cuando se obervan cambios repentinos. Es común que al tener perros o gatos en casa, nuestros muebles, ropa y otras cosas estén llenos de pelos ya que en algunas temporadas del año, estos animales mudan y regeneran su pelaje. Sin embargo, cuando la caída del pelo es abundante llega a ser causa de preocupación y de muchas visitas al veterinario, ya que se han conocido casos en donde esta caída es un síntoma de alguna enfermedad.
Pero resulta fácil darse cuenta del motivo de la perdida, ya que al ser parte de una condición de salud tiende a caer de forma generalizada, dejando todo el cuerpo desprotegido. En cambio, en otra situación, la caída se localiza en determinadas zonas, originando calvas. Pero sea cual sea la razón, siempre va a producir molestias en los dueños.
Las causas más comunes de esta pérdida pueden ser por alguna reacción alérgica en la piel, pero a veces es difícil conocer la causa de la alergia ya que puede deberse a cualquier cosa como alimentos o alguna sustancia que está en el ambiente y que resulta afectiva para la mascota.
Una enfermedad muy contagiosa es la sarna y provoca mucho escozor. En estos casos, el gato debe ser llevado con el especialista para ser revisado y reciba el mejor tratamiento.
En algunos mininos puede verse afectado su sistema inmunológico, por lo que se vuelve vulnerable a padecer cualquier problema en la piel como una infección crónica, trayendo como consecuencia perdida de pelo y algunas heridas.
Ahora la mayoría de los gatos son castrados para evitar todo lo que trae el celo y la reproducción, pero a veces este método puede traer una posterior pérdida de pelo, ya que existe un decremento de las hormonas sexuales.
Los parásitos como pulgas, ácaros y hasta garrapatas también pueden ser los principales causantes de la caída del pelo. Provocando la aparición de hongos, infecciones bacterianas a la piel como la dermatitis y un fuerte picor.
Algunos gatos padecen de quemaduras en algún momento de sus vidas que pueden ser producidas por alguna sustancia, un tipo de ácido o por el calor.
Situaciones cargadas de estrés como el hecho de una mudanza, la llegada de un nuevo miembro a la familia o la partida de alguien, también producen lo que se conoce como alopecia psicológica, haciendo que el gato se arranque su propio pelo.
Lo mejor es llevarlo con el veterinario cuando se observe algún cambio físico. Ofrecerle una alimentación sana y equilibrada favorece mucho la salud de su piel y del pelo del animal, por lo que se recomienda darle comida y pienso especial.