Las caminatas largas son un sustento con gran beneficio en salud tanto para la mascota como para la persona que lleva la correa en pleno paseo. Salir a ejercitar no requiere mayores proezas de parte de los dueños de animales, solamente se tiene que sentir ese amor y apreciar el buen tiempo compartido con las mascotas. El aire libre es siempre emotivo, de alguna forma extraña abandonar las ciudades y entregarnos por ejemplo con nuestros perros a la aventura rural nos traerá energías renovadas para comenzar una nueva semana, por ello dedica al menos un fin de semana a tu perro, ni siquiera debes cerrar el grupo en par, habla con tu familia e invítales a disfrutar de una caminata.
Salir a andar es un excelente ejercicio, el físico y la psiquis encuentra equilibrio liberando así tensiones y carga emocional tanto del animal como de las personas, desde luego que después de una semana intensa de trabajo o estudio siempre es bueno terminar con esa cuota de estrés que se gana, eso mismo le puede estar pasando a tu perro que cambia su comportamiento.
A las caminatas siempre lleva a tu perro con su collar y correa, sin embargo de ser la locación algo apartada y sin peligros entonces puedes soltarle la correa, no habrá temor a que se pierda o escape suponiendo que tu perro esta bien educado en el viejo arte de responder a tu llamado.
Revisa las zonas de los paseos, busca basura y objetos que pueda comer tu perro e incluso lastimarse. No olvides llevar un recipiente para darle agua, si hace demasiado calor puede deshidratarse. Al retornar al hogar revisa a tu perro, observa sus patas y limpia cualquier material que vino de la calle. Dale mucho afecto y descansa del día, tu mascota hará lo mismo pues ya gasto buena cantidad de energías.