El paso de los años va desgastando el cerebro de los perros y al igual que en los humanos, puede aparecer al ALzheimer canino. En cuanto a los síntomas el perro estará aislado, irritable, dejará de ser sociable y pederá el control total de sus esfínteres. Es una enfermedad que no tiene cura pero que puede ser controlada con fármacos estimulantes y neuroprotectores. El cerebro de los seres humanos y de los animales, va desgastándose con el paso del tiempo y dejando de ser funcional. La llegada de ciertos cambios y síntomas, a nuestra querida mascota, pueden compararse con lo que sufren las personas que padecen de Alzheimer, es decir un envejecimiento cerebral o también conocido como Alzheimer canino.
Al llegar a los ocho años de vida podemos decir que nuestro perro es anciano y que lentamente irán apareciendo distintas conductas relacionadas a la vejez, que pueden ir incrementándose.
El Alzheimer canino se presenta con síntomas muy particulares como el aislamiento, nuestra mascota dejara de saludar a los miembros de la familia y no reclamará las atenciones que antes hacía. Deja de acudir o seguir cuando se les llama, y ya no les interesa jugar con otros perros.
También empieza a sentirse desorientado, tendrá dificultades para moverse por la casa, poco a poco irá dejando de reconocer lugares y personas y en un momento, se quedará mirando a la pared o al vacio.
Su carácter también traerá cambios, estará más aislado, irritable y poco a poco dejará de ser tan sociable. Cambiara sus hábitos de descanso prefiriendo dormir de día y deambular por las noches ladrando sin motivo alguno.
Con el avance de esta enfermedad, la mascota llega a perder el control total de los esfínteres, olvidando pedir salir a la calle cuando lo necesita.
Al igual que en los humanos, esta enfermedad no tiene cura y solo puede ser tratada para detener, en lo posible, que se siga desarrollando. Lo mejor al notar ciertos cambios en el comportamiento del perro, es llevarlo de inmediato con el veterinario, ya que él nos dará un diagnostico preciso y el tratamiento que debe recibir.
La mayoría de veces, el tratamiento incluye fármacos estimulantes y neuroprotectores que van a aumentar la cantidad de dopamina y decrementar la cantidad de radicales libres mejorando el flujo cerebral.
Su alimentación debe ser manejada de manera distinta ofreciéndole suplementos o dietas que contienen antioxidantes y ácidos grasos.
Es importarte mantenerlo siempre activo y estimulado sin importar que no se muestre para nada colaborador. No debemos dejar de jugar con él, debemos seguir hablándole, sacarlo a pasear por lugares nuevos y enseñarle otras cosas y actividades que a la larga le va a traer muchos beneficios a su salud.