La disciplina deportiva del Agility nace en Londres en 1978 durante una exposición canina. Esta clara forma de ejercicio donde solemos ver a los perros corriendo y saltando entre pistas de obstáculos acompañados por sus respectivos guías, claramente causó admiración en el público, finalmente la modalidad Agility con el tiempo a superado las fronteras de muchos países. El ejercicio de Agilidad ha sido concebido para la diversión de los espectadores, pero sobretodo del placer que tienes los perros en plena realización de los ejercicios, de esta forma la disciplina le sirve al animal como un medio de educación mezclado con el juego. Realizar Agility sirve también para fortalecer el lazo entre el conductor o guía y su perro.
Agility comienza cuando el perro sin usar collar ni correa sigue un patrón de jumping hípico a través de una serie de obstáculos. Las reglas no están ajenas al Agility, estas tienen carácter internacional, a veces ni el guía y perro saben de donde partirán, en otras oportunidades algo flexibles se le permite al guía hacer un reconocimiento de la pista para planificar alguna estrategia.
La persona encargada como guía de dirigir el camino del perro utiliza una serie de señales como palmas, la voz u otras señales. Estas órdenes deben ser claras para no confundir al animal y así evitar las penalizaciones al pasar demasiado tiempo en alguna sección de la prueba.
Cualquier perro puede practicar este juego, no existe una raza definida solamente se requiere que tu mascota goce de buena salud y que físicamente no tengan ningún problema que le incapacite las acciones. Lo primordial en el perro es que sepa obedecer, esto significa que un perro mal educativo difícilmente completará el recorrido, el animal debe aprender a estar a distancia del guía además de acudir a su llamado.