Los perros pueden sentir celos del nuevo bebé que legará a la familia. Se vuelven inapetentes, agresivos, sus latidos se aceleran y pierden las ganas de hacer cosas que antes les gustaban. Lo mejor es pasar momento tanto con el pequeño como con la mascota y hacer que sientan que no han sido desplazados. Los celos no son cosa solo de humanos ya que muchas mascotas pueden sentirlos cuando se sienten amenazados por otro animal, persona y hasta un posible objeto. Se han visto muchos casos de perros celosos por la llegada de un bebe al hogar.
Los perros sienten que serán olvidados y que ahora deben compartir toco con el nuevo miembro de la familia. Para ello es vital sentirse queridos, importantes y atendidos, y al darse cuenta que las muestras de atención no son solo para él, comienzan los problemas de celos.
Esta situación les causa un sufrimiento así su rival sea un indefenso y pequeño bebé, que no sabe ni tiene la culpa de nada.
Pero podemos evitar que surjan los conflictos y que reine la tranquilidad en el hogar, estando al tanto de las muestras de celos de tu perro, antes del nacimiento del bebe.
Si bien es cierto, desde el embarazo la atención al perro será menor, ya que los futuros padres ahora están pendientes de los controles médicos, de las distintas citas y de todos los preparativos para la llegada del pequeño. El tiempo de atención para la mascota será reducido.
Muchos perros hasta tienen distintos síntomas frente a esta nueva situación, se vuelven inapetentes, agresivos, sus latidos se aceleran y pierden las ganas de hacer cualquier cosa a la que estaban acostumbrados. Incluso comienzan a orinar en distintos sitios, lugares donde antes no lo hacían.
Con estas conductas demuestran que la falta de atención ha incrementado. En el embarazo es bueno dedicarle tiempo a la mascota, ya que el bebe aun no ha llegado, también se puede acariciar el vientre y a la mascota también para que pueda relacionar q el cariño que siente la dueña es para ambos por igual.
Una vez que el bebe ha nacido, podemos seguir dividendo la atención entre los dos, podemos ahora acariciar al bebe en brazos y a la vez tocamos el pelo del perro, para que sienta lo positivo y que asocie al pequeño con este momento de alegría.
También se pude buscar ayuda con los especialistas si se sienten que los intentos fallan, de esta forma se vitaran problemas más grandes.
Lo bueno de todo es que cuando el bebe va creciendo, las cosas se tornan mucho mejor porque el pequeño comenzará a interactuar con la mascota y se harán grandes amigos.