Las fobias nacen de incidentes aterradores, momentos de temor que los animales no han podido superar. La fobia del perro puede ser dirigida hacia un objeto, otro animal e incluso las personas. Dentro del mundo salvaje los animales toman sus miedos como aprendizaje, por ello pueden superar dichas situaciones evitando por ejemplo trampas o peligros, sin embargo los perros domésticos se bloquean y hacen constante su temor hasta la forma de fobias.
El bloqueo que tienen los perros frente a un miedo viene directamente de las reacciones humanas, nosotros en lugar de tomar las situaciones con naturalidad tendemos a causar alborotos y los tratamos como se le trataría a un niño con miedo, confortándolos con cariños.
Lo ideal es buscar que el perro agote sus energías, que encuentre una forma de relajarse, aquí también puedes aplicar ejercicios como salir a caminar. Al cansarse y entrar en estado de relajación el perro tendrá menos posibilidades de transformar el miedo en fobia.
Ten en mente que la mascota debe tomar las situaciones nuevas como parte de un aprendizaje, igualmente como líder que eres se natural en toda situación, relájate y verás que el perro se contagia con la misma energía que proyectas, experimentará la emoción de aprender siguiendo luego con su vida sin problemas.