La agresividad de un perro no es natural, ni siquiera es una característica probada de algunas razas, al contrario, la agresividad es la consecuencia de otras dificultades que el perro encuentra en su vida, razones como frustraciones que no hallan ruta de escape. Por lo general la gente busca ayuda cuando el perro es demasiado agresivo, como humanos siempre esperamos hasta el instante que el perro muerde a otra persona o nos cae alguna especie de denuncia.
Desde el primer instante que el perro comienza a mostrar algún síntoma de agresividad el dueño debe preocuparse por buscar soluciones en manos de profesionales. Corregir los comportamientos anormales es cuestión de responsabilidad y afinidad con la mascota.
Recuerda que ni siquiera la agresividad es un estado natural de los animales llamados salvajes, por ejemplo los lobos no son agresivos con su especie ni con los humanos sin tener una razón, aquí la agresividad se expresa si se sienten amenazados o pasan épocas de hambre.
Diferencia las palabras agresividad y dominación, no son sinónimos. En estado natural los animales dominantes se transforman en líderes de su manada sin implicar que tengan un estado de alta agresividad. Así igual un perro que se muestra dominante debe percibir del humano el liderazgo para no pasar la línea de peligro.