Los perros y gatos también pueden padecer de cólicos estomacales debido a una acumulación de gases o por culpa de alimento en mal estado. Se presenta con varios síntomas como dolor abdominal, pérdida de apetito, úlceras o de alguna infección bacteriana. Lo más recomendable es llevarlo con el veterinario para que por medio de pruebas pueda darnos el diagnóstico y tratamientos correctos. Al igual que los bebes y los niños pequeños, los perros y gatos pueden padecer de cólicos estomacales debido a la acumulación de gases, o por haber ingerido sustancias no apropiadas como comida pasada, basura, pesticidas, detergentes o hasta fertilizantes.
El cólico produce una variedad de síntomas como dolor en el abdomen, pérdida del apetito, desasosiego y mucho malestar general que puede llevarlo a revolcarse en el piso y, si no es tratado a tiempo, puede resultar de gravedad.
En algunos casos el cólico puede ser debido por alguna infección bacteriana, úlceras, enfermedades al riñón, por tener el intestino inflamado, pancreatitis o por problemas durante la etapa de gestación en las hembras.
Lo mejor, cuando se observan estos síntomas, es llevar de inmediato a la mascota con el veterinario para que lo examine y le revise las pruebas indicadas como radiografías, ultrasonido del abdomen y hasta una endoscopia.
Para poder tener un diagnostico exacto, lo mejor es no alimentar al animal por lo menos durante 24 horas para que el estomago pueda quedar vacio. Posteriormente debe seguir una dieta alimenticia a base de arroz y pollo cocidos y beber mucha agua limpia y fresca. Se han vistos situaciones, en donde los perros deben beber líquidos con electrolitos, tomar medicinas antiácidas y protectores gástricos.
Pero para prevenir el cólico de nuestra mascota podemos darle alimento de alta calidad y equilibrado, tratando de que todo sea muy natural. Tampoco debemos permitirle que tenga contacto directo con la basura o los desperdicios, al igual que con todo aquello que tenga productos químicos en su elaboración.
Si nos percatamos de alguno de estos síntomas, debemos dejar de alimentarlo durante un día para que le sea más fácil vaciar su estomago.
El agua que le ofrecemos debe ser cambiada todos los días y de igual forma, sus recipientes deben estar muy limpios y desinfectados.
Es mejor que la mascota coma siempre el mismo tipo de alimento y de la misma marca, ya que a veces los cambios repentinos pueden provocarle ciertos malestares y hasta producir gastritis o inflamaciones en ciertas zonas de los intestinos.
Los veterinarios recomiendan que las mascotas sean revisadas y examinadas por lo menos dos veces al año y si presentan algún síntoma, no se debe esperar y deben ser llevadas de emergencia. De igual manera, debemos desparasitar a nuestras mascotas regularmente para evitar cualquier tipo de enfermedades.