Los cachorros son como los niños y quieren pasar muchas horas jugando. Los amos deben tener un tiempo de juego con sus mascotas para que éstas puedan gastar toda la energía que tienen y se sientan felices y saludables. Pude tomarse el tiempo de juego y los juguetes como recompensa para dárselos cuando han hecho algo bueno. Los cachorros son igual que los niños pequeños quieren pasar todo el día jugando, y es fundamental para ellos que lo hagan, ya sea en la época de impregnación como en la de socialización.
El juego es la forma que tienen de relacionarse y de aprender. Desde que el cachorro nace comienza a jugar con su madre y sus hermanos, y cuando se convierte en mascota debe continuar con su nueva familia humana.
Al tener demasiada energía nuestra mascota debe jugar y si no lo hace lo suficiente puede producir ciertas alteraciones en su comportamiento, puede tornarse aburrido, descontento y aprovechará cualquier oportunidad para desgastar la energía, haciendo muchas travesuras, morderá los muebles, arañará las paredes y generara muchos destrozos en el hogar.
Al tener un perro contento, su salud siempre será óptima, y su comportamiento será más sociable. Además el hecho de jugar le ayuda físicamente fortaleciendo sus músculos, sus huesos y liberando toda la tensión que acumulan.
Por eso los dueños deben disponer de un tiempo diario para jugar con la mascota, y si son varias sesiones mucho mejor, ya que contaremos con un perro alegre, sano y equilibrado.
Cuando pasamos tiempo jugando con nuestro perro, la relación se vuelve más estrecha y fuerte. También se puede adiestrar con mayor facilidad, ya que nos vera como un amigo y se esforzara para complacernos. El tiempo que pasamos jugando, podemos aprovecharlo también para entrenarlo y enseñarle a obedecer ciertas órdenes básicas, si no obedece se para el juego y en la siguiente sesión se esforzara mucho más.
El juego puede tomarse como recompensa cuando se ha portado bien, o cuando ha hecho lo que se le ha pedido.
Los juguetes también serán premios y pueden ser empleados en las sesiones de juego.
Aunque no parezca, el pasar tiempo de diversión con la mascota refuerza el estatus de superioridad jerárquica, ya que somos nosotros quienes tenemos el poder de comenzar y terminar con el juego. A la vez, nos ayuda a evitar muchos problemas cuando lo llevamos de paseo y no considera otra distracción en el camino, ya que considera que tú y sus juguetes son lo más interesante que hay en el lugar.
Lo mejor es comenzar desde que lo tenemos como cachorro, ya que así aprenderá y se le hará un buen hábito y una buena forma saludable de distracción.