Luego de elegir la mascota ideal para los niños, surge el problema del nombre que se le va a poner. A los más pequeños les encanta ponerles nombres de súper héroes, o de su personaje favorito y aunque muchos animales como los conejos o los hamsterés no respondan al llamado, lo más importante es quererlos y tratarlos con amor. Cuando nuestros hijos nos piden una mascota resulta difícil elegir que animal es el más apropiado para que ellos puedan cuidar y atender con responsabilidad. De los muchos animales que existen, los niños siempre van a preferir un perro o un gato. Pero aunque parezca mentira, resulta complicado decidir cuál de las muchas razas, es la más adecuada.
En realidad todo va a depender de la edad del niño, de cuan responsable pueda ser y del espacio o tamaño de la casa. Si se vive en un lugar amplio, hay una variedad de perros grandes que son fáciles de entrenar y se llevan de maravillas con los niños.
Para los departamentos o casa más chicas, un perro de raza pequeña, un gato, un roedor, un conejo o un ave pueden resultar precisos.
Otro problemita que surge cuando ya se tiene a la mascota en casa, es el nombre que se le va a poner. A los padres les gustara escoger un nombre que les signifique algo, o que les resulte interesante, sin embargo suelen surgir las disputas, cuando son los hijos los dueños y son ellos quienes quieren buscar el nombre para el animal.
A ellos les encantará llamarlos como el personaje de su programa favorito, como el de un súper héroe. En fin si la mascota es para ellos, entonces los padres deberán respetar el nombre que sea elegido.
Pero todo puede resultar complicado porque algunos animales como las tortugas, los conejos o los hámsteres, no siempre responden cuando se les llama. Muy distinto ocurre con los perros y los gatos, que rápidamente se acostumbran a la forma como son llamados y responden casi de inmediato a sus dueños.
Lo más importante es que sea cual sea el nombre que se ha destinado para la mascota, esta sea tratada con amor y cuidado. Es mejor si se aconseja a los niños que les pongan un nombre que signifique algo para ellos, y que al llamarlos lo expresen con ternura y amor para que el animal sienta el cariño y corresponda a su amo.
En realidad no importa el nombre que tenga la mascota, ni quien se lo haya puesto, lo más importante es cuidarlos con responsabilidad, amor y entrega para hacer que los años que pase a nuestro lado, sean los mejores para la familia y para el animal.