El entrenamiento de los perros puede resultar divertido, pero es importante recompensarlos luego de que hace lo que se le pide. Lo mejor es decirle «muy bien» pero se puede agragar ciertas juguetes o golosinas para que se sienta más motivado y haga más cosas. Todos queremos que nuestro perro obedezca, que sepa comportarse y que haga una que otra pirueta. Para lograr conseguirlo debemos entrenar a nuestro can y muchos especialistas recomiendan recompensarlo luego de que ha hecho alguna acción solicitada.
Aunque el mejor premio debe consistir solo en darle palabras de aliento y de satisfacción como “muy bien”, se pueden agregar a nuestra lista una serie de golosinas especiales o juguetes para que se sienta más feliz.
Si ya tenemos decidido entrenarlo debemos emplear el refuerzo positivo, es decir darle un juguete o una golosina y un “muy bien” cada vez que haga algo que se le haya pedido. Con el paso de los días se debe ir reduciendo el número de premios para solo recompensarlo con el “muy bien”.
De vez en cuando puede resultar darle algún premio y siempre variarlo para que no se canse de lo mismo. Si el premio que se le ofrece le agrada, entonces tratará de hacer las cosas lo mejor que pueda, para que se le den más premios.
En cuanto a las golosinas estas deben ser sanas y pueden encontrarse en cualquier tienda especial de mascotas y en algunos súper mercados. Existen de todo tipo, de todo color, asi como de muchos sabores y texturas. Incluso pueden conseguirse aquellas que limpian a fondo la boca de la mascota y otras que combaten el sarro.
Se debe tener en cuenta que el premio debe depender del tipo de ejercicio que realiza, de su edad y del tamaño que tenga.
Otros premios están hechos a base de carne de pollo y de cordero deshidratado y con bajas calorías.
Si tenemos un cachorro, debemos elegir aquellas golosinas o productos con mayor contenido de calcio, ya que al ser pequeños y estar en la etapa de crecimiento, necesitan fortalecer más sus huesos.
Estos productos solo deben ser empleados como recompensa, jamás deben utilizarse como reemplazo de los alimentos y solo se les darán luego de que hayan hecho algún ejercicio. Si se les da por demás, estas golosinas pueden volverlos obesos y generarle problemas gastrointestinales.
Lo mejor es que sea solo una persona quien se encargue de entrenar a la mascota, pero si fueran dos o más, todas deben seguir las mismas normas para evitar confundirlo y convertirlo en un perro desequilibrado.
A veces resulta mucho mejor acudir previamente al veterinario para que sea él quien nos sugiera los mejores productos golosinarios, que se utilizarán como premios.