Puede que tengas un perro bastante tranquilo y que se porte siempre amical con sus iguales y las personas, no obstante hay que ceñirnos a las reglas de algunas comunidades que por ejemplo marcan el uso de bozales como algo necesario para salir a caminar por ciertos lugares concurridos.
El bozal es un elemento de educación, no es castigo, por ningún lado debes entender el uso del bozal como una obligación terrible, además de ofrecer seguridad enseña al can a no morder. El uso del bozal se relaciona por lo general con perros peligrosos o que ya han mordido, hay razas relacionadas pero todo depende del nivel de educación que absorbió el animal.
Si ponerle el bozal a tu perro resulta una tarea apoteósica, pues ya no lo será, hoy te daremos algunos alcances sobre el tema que al final dan resultado. Todo comienza por el inicio como se dice, entonces el perro debe ser acostumbrado al uso del bozal desde cachorro, debe el perro tener la sensación de que el usarlo esta dentro de lo normal.
No hay que ir con apuros, la educación en el uso del bozal debe darse con calma, todo apuro o momento forzado puede repercutir en perros más dispuestos a agredir, a nadie le gusta que le tapen la boca o en este caso el hocico.
Si el perro se pone tenso y dispuesto a agredirte al momento de ponerle el bozal, es mejor tomar distancia, deja que se calme, las primeras veces puede reaccionar ladrando y haciendo fuerza. De a pocos una vez conseguido retira el bozal, repite hasta que el perro lo note como algo positivo, puedes aplicar algún refuerzo como su comida luego de dejárselo poner. Por ejemplo en el fondo del bozal coloca alimento, así ingresará el mismo el hocico y listo puedes abrochar el collar, para este punto el perro debe estar acostumbrado desde antes a comer permitiendo al dueño cerca.