Los caballos son animales muy fuertes y desgastan mucha energía por lo que pueden sufrir de lesiones y una serie de dolores además de contracturas y tensiones fuertes. Para que puedan recuperarse existe la terapia física y de rehabilitación que relajan sus músculos y hacen que tengan una mejor disposición. Los caballos son animales grandes y fuertes, capaces de realizar largas y pesadas faenas, cargar mucho peso y estar casi toda su vida en movimiento por lo que son susceptibles a padecer de dolores, contracturas y fuertes tensiones.
Lo bueno es que son muchas las terapias que pueden ayudarlos cuando el problema se presenta, aunque resulta mucho mejor la medicina preventiva para evitar que padezca de ciertas patologías.
La terapia física es una de las más usadas y es practicada por fisioterapeutas y veterinarios especialistas que conocen la estructura anatómica, fisiológica y conductual de los equinos.
Las terapias físicas son las mismas que las usadas en humanos como los masajes relajantes, la acuapresión, rolling, amasado, fricción y drenaje linfático. Todos son movimientos que se hacen en el cuerpo del animal para estimular la energía curativa propia de los animales.
Los masajes que hacen los profesionales liberan las endorfinas, que son las hormonas encargadas de dar sensación de bienestar. Es igual que los humanos, que quieren sentirse bien para realizar sus funciones con gusto.
Los caballos que reciben masajes pueden relajar las zonas de tensión o contracturas además, se mejora la circulación, el sistema nervioso debido a que hay una mayor oxigenación y nutrición que disminuyen el dolor y la inflamación.
Con los masajes se puede saber donde esta la tensión y se pueden prevenir otros daños y posibles lesiones. Un animal que es masajeado toma consciencia de su cuerpo y aprende a relajarse en situaciones de presión. También, aprenden a usar sus miembros con mayor inteligencia al igual que hace un atleta.
Los caballos desgastan una enorme cantidad de energía en poco tiempo, por lo que los masajes resultan muy confortantes y le ofrecen mejores condiciones para hacer menos posible que se lastima en sus actividades.
Los beneficios son muchos disminuyendo el dolor, ayudándolos a relajarse y a liberar la tensión muscular. Además, estimulan la circulación por estimulo o sedación del sistema nervioso, mejoran la digestión y la salud en general.
Las terapias aumentan la confianza y hacen más amplio el rango de movimientos articulares, disminuyen los dolores en el lomo y trata a los caballos que corcovean, así como aumentar su rendimiento y aleja el estrés por dolor que traen consigo algunas enfermedades.
Los caballos se vuelven más inteligentes, son más alegres, trabajan más relajados y están con mayor disposición.
Lo más importante es que el masajista debe ser sensible con sus manos y tener mucha paciencia. Debe ganarse la confianza del animal para conseguir su máxima colaboración y se tenga éxito en la terapia.