Los perritos de la pardera son mamíferos roedores con cuerpo tosco y piernas cortas, con un rabo que les da cierto parecido a las marmotas. Existen varios tipos los de cola negra, los de cola blanca, los Gunnison y los de Utah, todas son especies muy parecidas pero con ciertos detalles que los hacen diferenciarse entre sí. Los perritos de la pedrera cuyo nombre científico es Cynomys que significa en griego perro roedor, son un género de esclúridos emparentados con las marmotas y los spermophilus.
Reciben ese nombre además, debido a su hábitat y por el grito de alarma que emiten muy parecido al ladrido de los perros.
Son animales con cuerpo tosco y piernas cortas, con un rabo que les da cierto parecido a las marmotas. Llegan a pesar hasta 1 kilo y medio y los machos suelen ser más pesados que las hembras.
Su piel es de un tono marrón oscuro, y destacan los perritos de la pradera de cola negra, bastante parecidos a los mexicanos, ambos con una cola de punta negra.
Por su parte los de cola blanca, los Gunnison y los de Utah se caracterizan por tener una cola de color blanca. Todas las especies son muy parecidas y comparten muchas características en común, por lo que el color de la cola las diferencia.
Las muelas y la forma de vocalizar se suman a las características que también los hacen distintos entre sí.
Su hábitat son las praderas norteamericanas, buscando siempre suelos secos y hierba mediana o corta. En las mañanas son muy activos, por lo que por las noches pernoctan en cuevas que ellos mismos cavan.
Estas cuevas llegan a alcanzar de 10 a 15 centímetros de ancho y hasta 300 metros de longitud. Las cuevas conducen hasta sus nidos que pueden llegar a medir hasta medio metro y que forran con hierba. Casi todas las madrigueras poseen una o dos entradas, pero se han encontrado algunas que tienen hasta seis.
Se encargan también de colocar mucha tierra extraída en las entradas e las cuevas para evitar inundaciones.
El de cola blanca se destaca por que hiberna durante seis meses en la temporada invernal, mientras que el de cola negra permanece activo todos los días del año y se deja ver inclusive cuando hay ventiscas.
En cuanto a su alimentación, los perritos de la pradera se alimentan de plantas, en especial de hierbas y se encargan de mantener las plantas que están a su alrededor para poder tenerlas más a su alcance.
Antiguamente, estos animales eran alimento de ciertos pueblos indios y ahora se usan como animales de laboratorio y pocas personas las tienen como mascotas, ya que no está permitida su tenencia como tal de forma legal.
Se ha dicho también que son grandes transmisores de enfermedades, en el 2003 se produjo una grave epidemia de varicela, quedando comprobado que los perritos de las praderas la habían extendido, pero que fueron ratas de abazones gigantes africanas, las que contagiaron a los perritos.