La tortuga rusa se caracteriza por tener una forma redondeada, su caparazón es un poco abombado y es de un color pardo amarillo con manchas negras. Son dóciles y muy fuertes, resistentes a altas o muy bajas temperaturas, prefiriendo hibernar en los meses de invierno. La tortuga rusa es una de las especies terrestres más fáciles de encontrar en el mercado de las mascotas. Se caracteriza por ser muy resistente y puede vivir al aire libre todo el año, tomando un periodo de hibernación en su hábitat.
Es fácil de reconocer ya que tiene una forma redondeada, su caparazón es un poco abombado y de un color pardo amarillo con algunas manchas negras. La parte del plastrón es de un tono más oscuro, con las separaciones de los escudos más claras. Sus patas y su cabeza, también tienen tonos amarillentos.
Las hembras tiene un mayor tamaño en comparación con los machos pero estos tienen la cola más larga y ancha y los escudos anales más abiertos.
Con facilidad se encuentran es Afganistán, Turkmenistán, Pakistán, Irán y en alguna zonas de China. Prefieren las zonas con poca vegetación y de climas extremos, ya sean muy cálidos o fríos.
Son unas tortugas muy dóciles y resistentes pero no deben colocarse nuevos ejemplares junto con las otras recomendando que pasen un periodo de cuarentena, para observarlas y saber si presentan algún tipo de alteración en su salud.
Al igual que la mayoría de las tortugas, las rusas prefieren pasar largas horas tomando el sol para regular su temperatura corporal y poder absorber la vitamina D.
En la temporada invernal, deben pasar un periodo de letargo y cuando sienten la necesidad de hibernar se entierran profundamente, pero es mejor que lo hagan en zonas secas y protegidas de la lluvia para evitar enfermedades respiratorias y el riesgo de ahogarse.
Al convertirse en mascotas, las tortugas deben contar con un recinto adecuado que cuente con sol y poca humedad. Su recinto debe ser de regular tamaño y se pueden plantar arbustos y plantas para ofrecerles sombra, deben tener un plato con agua para que puedan beber y bañarse, agua que debe ser cambiada a diario.
Son una especie herbívora y se alimentan de plantas silvestres y hojas de arbustos de poca altura. Al estar en cautiverio deben tener una alimentación variada que incluya plantas silvestres como diente de león, trébol, cerraja; variedades de lechugas y coles, hojas de zanahorias, tomates, pepinos y calabacines, pero no se recomienda ofrecerles frutas.
Cuando se encuentran en época de reproducción, el macho persigue a la hembra dándole mordiscos en las patas hasta que se deja montar. Durante la cópula el macho emite algunos ruidos muy similares a los chillidos.
Suelen poner entre 3 y 5 huevos y entre los meses de mayo y junio, la hembra busca una zona con mucho sol para poder desovar.