Dentro de las muchas enfermedades que pueden sufrir los perros, se encuentra también la diabetes mellitus. Esta condicion es más comun en la hembras y en ciertas razas. Los síntomas suelen ser similares a los que presentan los humanos y el tratamiento es a base de inyecciones de insulina. Los animales también se enferman y pueden sufrir enfermedades muy similares a las que padecemos los humanos. Se han conocido casos de perros y gatos con Alzheimer, casos de otitis, de infecciones estomacales, algunos tumores cancerosos y muchas otras mas que, sin no son tratadas a tiempo, pueden ocasionarles la muerte.
Otro de los males que suelen padecer nuestras mascotas, en especial los perros y gatos, es la diabetes mellitus. Esta condición suele presentarse cuando el can tiene entre 7 y 9 años y es más común que afecte a las hembras.
Pero la incidencia es más alta en ciertas razas, las que tienen más riesgo son los beagles, los malamutes, los schnauzers, los golden retriever, los salchichas y los poddle entre otros. Por el contrario, las razas menos afectadas son los cocker spaniel, los pastores alemanes, los boxer y rotweiler.
En cuanto a los gatos, las razas que tienen más posibilidades de tener diabetes son aquellos de raza burmesa y los gatos que han sido castrados de cualquier raza.
Dentro de los síntomas, los más comunes suelen ser el aumento de la sed, orinas frecuentes y recargadas, los animales bajan de peso porque pierden el apetito, también aparecen ciertos trastornos en la piel como alopecia y piodermitis, cataratas, infecciones urinarias, vómitos, debilidad y depresión cuando la enfermedad se encuentra en un grado más avanzado.
Al igual que en los humanos es bueno siempre hacer que nuestra mascota pase por chequeos médicos, y con mayor razón si se evidencia alguno de los síntomas mencionados. Si la diabetes es diagnosticada a tiempo, el pronóstico será favorable ya que el tratamiento que se le designe ofrecerá mayores beneficios.
Mediante algunos análisis clínicos, se podrá conocer si existe o no este mal. Estas pruebas deben encontrar glucosa en la orina y en la sangre, para que el resultado sea considerado positivo.
La medicación y el tratamiento que se recomienden, va a depender de los síntomas que se presenten al igual que la cantidad de insulina que se le empezara a suministrar. Esta será inyectada teniendo en cuenta el peso del animal y del grado en que se encuentre.
También habrá cambios en la dieta, la que debe ser con bajo contenido de grasas y con mayores cantidades de fibra. El ejercicio y las visitas regulares al especialista serán otro punto a favor.
Pero la mejor cura, sin lugar a dudas, es la prevención, por eso lo ideal es acostumbrar a nuestra mascota a que tenga hábitos alimenticios saludables desde que es un cachorro, que camine todos los días y sobretodo que le resulte muy familiar acudir al veterinario.