Las gallinas ponedoras necesitan de ciertos cuidados para que cumplan con su función de la mejor manera. Deben tener un espacio regular, ya sea en un gallinero o nido; no debe faltarles luz, agua fresca y la mejor alimentación basada en pienso específico, vegetales frescos e insectos. 
Como su nombre lo dice, las gallinas ponedoras tienen como función principal, la de poner huevos y llegan a cumplir con ello entre 12 y 14 meses de su vida.
Existen una serie de cuidados que se les debe ofrecer para que estén felices, no se estresen y cumplan con su obligación de la mejor de las maneras.
Para empezar, es necesario que se acostumbren a comer a una misma hora y que tengan un lugar fijo en donde vivir, ya sea un gallinero. Si se trata de un gallinero es fundamental que cada una tenga su propio espacio para poder poner los huevos además, el tamaño del espacio de cada una, debe ser suficiente para que cada una pueda moverse con libertad y hacer ejercicio.
El gallinero debe ser un lugar que de sombra y pueda proteger del frío a estas aves, debe tener una valla para evitar que se escapen o sufran un ataque por parte de otro animal.
En caso se tenga un nido o cajas ponedoras, estas deben ser cerradas y tener una abertura para que la gallina pueda ingresar y girar sobre sí misma. También es de importancia el suelo de la caja ya que debe estar cubierto por algún material como paja y que cree una cama cómoda y mullida.
El gallinero o el nido deben permanecer siempre muy limpios, cambiándose el material de la cama cuando sea necesario.
Algunos expertos en gallinas ponedoras sugieren colocar un huevo falso en el nido para que sirva de indicador y sepan dónde poner los huevos, sintiéndose seguras de que ese es el lugar correcto.
Las gallinas tienen una glándula sensible a la luz que de alguna manera, afecta la puesta de los huevos. Por ello es muy necesario que como mínimo reciban 12 horas de luz diariamente sin importar si la luz es natural o artificial. Si el tiempo es menor, se afectará negativamente la producción de huevos.
Tampoco puede faltarles el agua fresca y limpia, ya que son aves que tienen mucha sed. En lo que se refiere a su alimentación, es necesario ofrecerles un tipo específico de pienso para gallinas ponedoras que contiene granos de cereales como maíz o trigo.
A la par, no deben faltarles otros alimentos como vegetales frescos, gusanos e insectos.
Al tener una función tan especifica e importante, como es la de poner huevos el calcio se vuelve imprescindible por lo que se les puede ofrecer conchas de ostras trituradas junto con los alimentos.
