Los periquitos pueden ser la mascota perfecta para los espacios chicos pero deben recibir ciertos cuidados para evitar que se enfermen, Entre los males más comunes que los afectan se encuentran la bronquitis, el asma, las infecciones intestinales, y hasta epilepsia. Lo mejor es llevarlos con el veterinario para que reciban el tratamiento adecuado. Quienes prefieren una mascota que no ocupe mucho espacio y que no requiera cubrir otras necesidades como las que implica tener un perro o un gato, las aves se convierten en la mejor de las alternativas.
Tener un canario, un loro o un periquito puede ser perfecto para tener en un ambiente chico y convertirse en el mejor amigo de su dueño. Además tienen plumas de colores hermosos y brillantes que los convierten en una de las aves más solicitadas.
Pero si bien no requiere de muchos cuidados, es necesario que nuestra pequeña ave esté bien cuidada, saludable y tenga un espacio suficiente para estar cómoda y vivir hasta 15 años en el hogar.
Son muchas las enfermedades que pueden sufrir estas pequeñas aves como bronquitis, una inflamación a los bronquios que les aumenta la mucosidad en las vías respiratorias, impidiendoles que puedan respirar correctamente y hasta la muerte. Para evitar que esta afección se contagie a los demás pájaros, se recomienda apartar al enfermo colocándolo en otra jaula hasta que se recupere.
Pueden padecer también de asma, una enfermedad crónica muy peligrosa que puede terminar con la vida del animal. Lo mejor para curarlo es colocar un trocito de regaliz en el bebedero y evitar excitar al ave para que no se canse.
Se han visto casos de periquitos con epilepsia, sobre todo en los más jóvenes. Esta enfermedad puede notarse cuando se les observa volar y saltar de manera extraña y hasta alocada, quedándose quietos y paralizados luego, arrastrándose por el suelo.
El hecho de consumir alimentos en mal estado les puede provocar inflamación intestinal, infecciones y parásitos, el ave se sentirá cansado, con sueño, diarrea y con falta de apetito.
También pueden presentar una muda anormal, perdiendo plumas en estaciones que no les corresponden. Algunos se estriñen y otros pueden padecer estados de melancolía al sentirse solos.
Si bien algunas de estas patologías pueden solucionarse de manera doméstica, ayudándoles con algunos productos naturales, en otros casos peores se les debe llevar con el veterinario para que los revise y les dé el mejor de los tratamientos.
Para prevenir estas deficiencias y enfermedades los mejor es brindarles una adecuada higiene, limpiando su jaula con frecuencia y desinfectando los accesorios y hasta los barrotes que tienden a llenarse de bacterias.
Se recomienda estar siempre observándolos y ante la presencia de cualquier conducta extraña, llevarlos con un especialista.
Los cambios claves que demuestran un mal estado de salud son la falta de apetito, un aumento de sed, movimientos descoordinados, plumas arrugadas y alas caídas, respiración acelerada, dificultades para evacuar y heces duras.