Los Turacos son otra especie de aves que puede convertirse en mascota. Es una especie que tiene muchas subespecies, destacando el turaco verde y el voláceo, se alimentan de frutas y verduras y gustan de salatar entre las ramas para mantenerse activas. Dentro de la enorme variedad de aves que existen en el mundo están los llamados turacos o conocidos también como musofágidos. Estas aves son originarias del continente africano y pertenecen a la familia de los cuculiformes.
Son aves gráciles y dueñas de una larga cola, poseen el pico curvado y las alas puntiagudas además de tener una larga cresta. También poseen colores muy intensos destacando el azul, el verde, el blanco, el rojo, el violeta, el gris y muchos otros.
En lo que se refiere a su alimentación, estos prefieren las frutas y las verduras, pero también se les puede brindar ciertos alimentos que consumen los humanos, es más algunos de los productos que consumen, pueden ser venenosos para las personas.
Otra de las cosas que se les puede dar para su alimentación son piensos bajos en hierro para que siempre estén fuertes y sanas.
Al ser aves gregarias saltan entre las ramas para mantenerse activas, y al igual que las ninfas, su sexo no es fácil de identificarse, siendo el pico la clave para poder conocerse.
Son muchas especies las que pertenecen a esta raza de aves y la mayoría se diferencia debido a dos pigmentos la turacoverdina y la turacina.
Las más conocidas son el Turaco de Bannerman, el de Cresta Blanca, el de cresta roja, el turaco de cresta violeta y el turaco de Fischer.
Al ser muchas las subespecies que se conocen, destacan el turaco verde y el violáceo. El turaco verde se conoce también como turaco persa su sitio favorito para habitar es entre Angola y Senegal.
Suelen ser agresivos con ellos mismos por eso no se recomienda juntarlos con otros de su mismo color.
El turaco violáceo al ser una cría, tiene las plumas rojas en su cabeza y una marca amarilla en el pico que apunta a su frente y cuando abre las alas para volar, su belleza es enorme siendo comparado incluso con las mariposas.
Estas aves no hacen sus nidos en las alturas y los crean con palos y ramas cruzadas, cuando el clima esta agradable pueden criar todo el año y tanto el macho como la hembra realizan el trabajo. Las crías son independientes a las seis semanas, aunque siguen dependiendo de comida por más tiempo.
Quienes se han convertido en expertos criadores recomiendan llenar el espacio para los turacos con mucha vegetación. El mismo debe ser amplio, ya que las aves necesitan desplazarse y estar cómodas.