Dentro de las muchas clases de mascotas que se pueden tener en casa, están las gallinas, aves de corral que pueden permanecer dentro de un gallinero, o libres y sueltas por los jardines. Sus cuidados, alimentación y todo lo referente a ellas es muy sencillo, siendo entrenadas puede estar sueltas dentro de la casa respetando su espacio y sin causar molestias. Son muchos los animales que pueden convertirse en mascotas, algunas personas han sabido entrenar y dominar a las más extrañas especies y las tienen dentro de sus hogares compartiendo con sus familiares como si se tratara de otro integrante más del grupo.
Las mascotas más comunes siempre han sido los perros, los gatos, los conejos y una que otra ave pequeña que pueda mantenerse dentro de una jaula.
Pero así como se pueden tener aves pequeñas, también podemos tener una o varias gallinas en casa. Para mayor seguridad y cuidado, se puede elaborar un gallinero, un espacio ideal donde estas aves pueden pasar la mayor parte del tiempo.
Ahora, si no contamos con un espacio adecuado para hacer un gallinero, pero si tenemos un jardín de regular tamaño, en donde las gallinas pueden permanecer, los cuidados aumentan, ya que al sentirse libres y correar por el área, pueden escaparse o hacerse algún daño.
Existen lugares en el campo, donde es una costumbre tener gallinas sueltas y que se han convertido en sus mascotas, pero es estas zonas se debe proteger a las aves de uno de sus principales enemigos, los zorros.
Estos animales logran ingresar a los gallineros o se meten a los jardines y matan a las gallinas. Por ello se recomienda colocar vallas electrificadas para alejarlos y mantener a salvo a nuestras aves de corral.
Otro punto de importancia, es la alimentación de las mismas; lo bueno es que puede encontrase con facilidad una gran variedad de pienso, siendo el mejor de todos el que contiene una mezcla de proteínas y vitaminas, que son muy necesarias para nuestros animales.
El grit es algo necesario para que tengan una buena digestión, para aquellas gallinas que están libres en el jardín resulta más sencillo conseguirlo, pero para las otras que no tienen cerca esa posibilidad, se les debe incluir un poco dentro de su dieta.
En realidad no resulta complicado hacerse cargo de una o dos gallinas, incluso en casa más pequeñas se les puede tener sueltas y hasta las podemos entrenar para que permanezcan tranquilas y se acostumbres a estar en un solo lugar, sin fastidiar a los demás.