El sobrepeso de las mascotas como por ejemplo el gato, se debe a dos factores, la vida sedentaria sin ninguna clase de ejercicio (ni paseos y menos juegos) y por otro lado, la cantidad de comida que representa una dieta que devendrá en mala salud. Sucede que como dueños debemos respetar la ley del plato vació, si al gato no le imponemos un horario de alimento comerá como si no lo hiciera en todo el día. Tienes que controlar tu instinto maternal por el gato, no le vas a estar llenando el bol cada vez que lo arrastra o maúlla pidiendo.
Si la obesidad cruza la línea de peligro, es fácil que tu gato pase a la otra vida, si no deseas que este al borde de la muerte entonces comienza a regular la cantidad de alimento que ingiere. La obesidad afecta su hígado con el tiempo.
Hay que ser personas rigurosas con las mascotas cuando se trate del alimento. Los gatos pequeños tienen un metabolismo óptimo, no obstante con el paso de los años este sistema se hace más lento y por eso son más propensos a engordar o ganar unos kilos extra.
Para que tu gato sea una mascota saludable debe comenzar a recibir una cantidad adecuada de alimento, esta se calcula sabiendo el peso del gato para luego multiplicarlo por 50-55, siendo tal cifra la cantidad de calorías por kilo que el felino necesita para acentuar la buena salud.
Así pues si tu gato pesa 3 kilos entonces su consumo diario tiene que alcanzar las 159 calorías. Siempre lee en la parte posterior de los envases o donde se encuentra la etiqueta, busca donde diga la cantidad de energía por porción. El total de calorías las puedes repartir en tres alimentos o en pequeñas porciones que no sobrepasen lo óptimo diario, si no sigues la regla estarás empujando a tu gato a padecer de obesidad.
Sigue estos consejos y tendrás un gato feliz, no dejes de lado los ejercicios como salir a pasear, fomenta su actividad física con algunos juguetes. El gato no debe pasar hambre, nada más cumple con la cantidad de energía diaria que necesita para mantener su salud diaria.