A los gatos no siempre les agrada ser acariciados, ellos deciden cuando desean cariño humano, no se les puede abordar cuando tú lo deseas pues suelen responden de forma agresiva siempre con las típicas acciones de que van de los arañazos a los mordiscos. El problema de morder y arañar es algo frecuente en nuestros queridos gatos, incluso pude suceder que él mismo se acerque para recibir tus masajes o afecto y en pocos minutos se hostiga rechazando tus manos entre mordidas y zarpas.
Los especialistas en el comportamiento de los animales conocidos como etólogos piensan que la respuesta del gato a tus caricias es una agresividad asertiva, en otras palabras para dominar y así decidir en que momento quiere que inicien y acaben las caricias.
Cuando inicies las caricias hay que prestar atención al gato pues suele avisar que ya no las quieres, es notorio en el felino las orejas aplastadas, se siente tenso, sacude la cola, todo ello significa que ya no quiere que lo toques.
Lo mejor para evitar ser mordido y arañado por el gato es no permitir la situación. Si se sube a tu regazo y pasado un tiempo comienza a expresar con su lenguaje corporal la molestia por las caricias responde de manera sutil levantándote para que se resbale y caiga, no lo empujes pues se molestará más.
Deja que pase un tiempo y refuerza su buena conducta con premios como comida. Si quieres intentar algo es mejor que esperes a que se relaje.