cada vez son más los amos de gatos que deciden castrar o esterilizar a su mascota para evitarse todos los inconvenientes que trae la etapa de celo. Antes de acudir al veterinario, es bueno saber las diferencias que hay entre uno y otro procedimiento. Para evitar las dificultades que conlleva el celo de los gatos, muchos amos, consideran como mejor alternativa la esterilización.
Pero no hay que confundirse con la castración, un procedimiento quirúrgico que consiste en extirpar las glándulas genitales. En la esterilización, se cortan las vías espermáticas o los oviductos, ya sea macho o hembra.
Cualquiera de las alternativas puede ser tomada en cuenta, pero para acabar con todo lo que conlleva el celo, la castración resulta más apropiada. Ahora si solo queremos evitar que procree, entonces se le debe esterilizar.
En ambos casos, se elimina la producción de las hormonas sexuales y desaparecen las apetencias sexuales, así como las conductas propias del celo como el marcaje territorial.
En caso la decisión tenga que ver con la castración, siempre recomendada por el veterinario, deben tenerse en cuenta ciertas recomendaciones básicas.
Primero hay que estar seguros que se trata de una operación sencilla y que nuestro amigo podrá regresar a casa, el mismo día. En el caso de las hembras, estas deben permanecer 1 días más en la clínica para que se recuperen totalmente.
Es importante también, no darles alimento las 12 horas antes y no ofrecerles agua 6 horas antes.
Una vez que esté en casa, es importante que por 48 horas, el gato permanezca en casa para que pueda reponerse y volver a sus actividades normales.
Se le deben dar ciertos cuidados especiales, no debe pasar calor o frío, debe estar cómodo y tranquilo.
Suele pasar que al ser castrados, los felinos deben comer un poco menos y su peso siempre debe estar vigilado, al igual que la cantidad de alimento que se le ofrece. Muchos dueños de gatos en esta situación, les dan comida especial.
Es importante que no dejen de ejercitarse para que se mantengan en forma, siempre hay que jugar con él, perseguirlos para que corra. Si bien puede sentirse algo distinto, el haber pasado por este procedimiento no significa que este enfermo.
No solo cambian físicamente, ya que conductualmente, se presentan ciertas cosas como no querer salir de casa, son más tranquilos, dóciles y hasta más cariñosos.