Para entender a los gatos debemos sumergirnos en un nuevo mundo de movimientos, gestos y sonidos. Todas estas expresiones son parte del lenguaje corporal felino que tiene sus grandes herramientas en los bigotes, la cola y las orejas. El lenguaje de los gatos puede ser comprendido por lo humanos si enfocamos nuestra atención en la cola, los bigotes y sus orejas, a diario y por costumbre debes observar a tu gato para aprenderte el comportamiento normal y diferenciar cuando rompe con esta especie de rutina comunicativa.
Comencemos por la cola, además de mantener un mejor equilibrio también funciona como traductor de expresiones entre felinos, así tenemos por ejemplo que cuando esta levantada y recta el gato saluda, si la punta se vuelve en gacho entonces el gato esta feliz.
Si la cola del gato se mueve frenéticamente hacia los lados el gato esta molesto, si al contrario los movimientos son suaves entonces tu gato se encuentra relajado. Si la cola se eriza entonces tu felino se asustó, si la cola la baja esta en modo sumiso, si la esconde entre sus patas tiene miedo y si la pone en forma de interrogación hacia abajo con la punta arriba, entonces planea defenderse.
Por el lado de sus bigotes, estos tienen una función menos compleja de alguna forma, los bigotes son usados por el gato para calcular distancias hacia los objetos. Igualmente indican estados de ánimo como por ejemplo: bigotes tiesos o inclinados indican interés por algo, si sientes que algo amenaza entonces los extiende en su totalidad, si se encuentra relajado los bigotes también lo estarán.
Sobre las orejas te contamos que son partes muy flexibles y por ello tienen muchos movimientos. Así tenemos que por ejemplo si las orejas apuntan hacia arriba, relajadas y con movimientos suaves entonces el gato esta tranquilo. Si las orejas se ponen duras e inclinadas hacia el frente, entonces esta alerta o con interés. Si el gato se molesta tendrá las orejas hacia atrás y si se encuentra a la defensiva entonces las dejará en horizontal.