Los chimpancés son los primates considerados los parientes más próximos de la raza humana. Son muy inteligentes, confeccionan sus propias herramientas, pero no deben tenerse como mascotas ya que son salvajes y potentes portadores de enfermedades peligrosas como la tuberculosis y el VIH. Los chimpancés son considerados nuestros parientes más próximos, ya que se indica que con ellos se comparte casi el 98% de nuestro código genético. Además, muchas investigaciones realizadas, señalan que compartimos un antepasado común que vivó hace ocho millones de años aproximadamente.
Desde siempre han vivido en comunidades formadas por varios individuos y se han adaptado a estar en bosques, junglas y en las sabanas de África.
Pueden caminar sobre sus cuatro patas pero en ocasiones se levantan y caminan erguidos. Pueden saltar de rama en rama por los árboles para conseguir su alimento y suelen dormir en ellos, donde han fabricado sus nidos con las hojas.
En cuanto a su alimentación, estos primates consumen plantas, frutas, huevos, carne, carroña y algunos insectos. Tienen una dieta muy variada que incluye una serie de alimentos conocidos por el hombre.
Son animales muy inteligentes y capaces de confeccionar sus propias herramientas, moldean palos y los usan para sacar a los insectos de sus guaridas y para sacar las larvas de los troncos de árbol.
Con las piedras pueden abrir los frutos secos y con las hojas recogen agua. Son muy inteligentes y se ha comprobado que pueden aprender ciertos elementos básicos del lenguaje humano de signos.
Las hembras son fértiles desde que cumplen los 13 años, mientras que los machos llegan a serlo a la edad de 16. Las hembras pueden dar a luz en cualquier época del año y casi siempre solo tienen una cría que en un principio viven agarrados del pelo de su madre y cuando tienen dos años, se cuelgan de su espalda.
Estos simios han sufrido mucho a manos de los hombres pese a estar muy emparentados. En la actualidad se encuentran en peligro de extinción y continúan viviendo amenazados por cazadores que destrozan su hábitat y trafican con su carne.
A pesar de su cercanía con la raza humana, los chimpancés son animales salvajes y no deben tenerse en cautiverio. Existen personas que de forma ilegal, tienen en sus casas uno de estos animales como mascota, pero a pesar de los esfuerzos que puedan realizar, jamás podrán tener algo parecido a lo que pueden ofrecerles los zoológicos.
Al ser agresivos ponen en peligro la vida humana y al igual que el resto de primates, debido a su ensamble genético tan cercano al de los humanos, son portadores potenciales de enfermedades que fácilmente pueden transmitir como la fiebre amarilla, herpes B, tuberculosis, ébola y VIH.
Pero la razón más importante, es que se encuentran en peligro de extinción, por lo que los conservacionistas están tratando de detener este comercio en ciertos países, donde la gente atrapa animales salvajes para venderlos como países en el extranjero o en sus alrededores.