Los gatos tienen muy delicada la zona de los ojos y son propensos a padecer de conjuntuvitis, es decir una inflamación a la conjuntiva que llega a ponerse de color rojo y que puede ser origina dadebido a una alergia, a un virus o por cuerpos extraños. Los gatos son animales delicados y sus ojos en especial, pueden ser sensibles a desarrollar la conjuntivitis. Lo más común es que comience con un lagrimeo que con el paso de los días se va espesando.
El nombre de conjuntivitis se deriva de la parte afectada que es la conjuntiva, es decir la membrana mucosa y fina que tapiza los párpados interiormente y parte del globo ocular, que llega a enrojecerse e inflamarse, sobre todo debido a una alergia.
Los gatos no tardaran en mostrar su molestia debiendo ser llevados con el veterinario para que lo examine y de un diagnostico exacto. Cuando se encuentra en fases posteriores, la conjuntivitis puede afectar la cornea y producir queratitis.
Aparte de las alergias, puede ser producto de la irritación debida a cuerpo extraños, a heridas, o quizás se ha producido por agentes químicos como detergentes, jabones y por insecticidas de aerosol.
Se han conocido algunos casos de conjuntivitis a causa de parásitos del ojo, especialmente del llamado Thelazia californiensis de América.
Muchos gatos afectados con esta enfermedad han tenido microorganismos diversos y puede aparecer como parte de una enfermedad respiratoria viral como la gripe del gato. Con estas infecciones víricas, los ojos del felino pueden reaccionar de manera leve, pero si tuviera rinotraqueitis vírica felina FVR, se presentarían también tumefacciones, hinchazón, flujo, posibles tumores y otras molestias relevantes.
Sea como sea la situación, no debemos dejar pasar los primeros síntomas que nos van a indicar que es lo que pasa con nuestra mascota.
La conjuntivitis no debe ser tomada a la ligera debido a que puede tratarse de una infección causada por un virus, y porque puede extenderse y afectar otras partes del cuerpo.
Lo mejor es acudir de inmediato con el especialista para que le brinde el tratamiento más adecuado y se cure de forma rápida y efectiva. Casi siempre se recetan antibióticos en gotas, lavados con sal, y una que otra medicina más.
Con mayor cuidado debemos tratar a los gatos pequeños ya que son más débiles y vulnerables a contraer cualquier tipo de infección. En gran medida, ellos dependen de nosotros, del tiempo y de la dedicación que les brindemos para que siempre estén saludables.