Tner una gata en casa resulta para muchos una excelente idea sobre todo cuando se tienen niños que desean tener una mascota. Pero el paso de los años hace que maduren sexualmente y que lleguen sus días de celo mostrando comportamientos fuera de control. Muchos amos eleigen esterilizarlas o probar con inyecciones que desaparecen los síntomas propios de esta etapa. A la mayoría de personas nos gustan los animales y si tenemos niños en casa, es común que estos quieran tener una mascota que les enseñe a tener responsabilidades. Muchos se decidirán por un perro, un gato, un ave o quizás por un conejo, pero sea cual sea el animal decidido debemos brindarle muchos cuidados para ofrecerles una buena calidad de vida.
Tener una gata resulta una excelente idea, la tenemos desde que ha sido pequeña y ha sabido acostumbrarse y adaptarse a todo lo que tenemos en el hogar, pero el paso del tiempo y su madurez sexual han hecho que llegue a su etapa de celo, algo muy común y habitual que debemos saber manejar.
Los felinos tienen unos periodos de celo muy significativos en las hembras que no suelen pasar indiferentes, suelen manifestarse con ronroneos, refrotes, maullidos, gestos y hasta con orines en la casa.
Por eso cuando nuestra gata esta en celo lo primero y más importante es tener paciencia. Al principio estos resultaran incómodos y pesados pero es algo normal, lo mejor es prestarle mucha atención en esta época ya que se vuelve más traviesa y hasta puede escaparse. También debemos vigilarla a la hora de las comidas, por en algunos casos dejan de comer.
Otro punto muy interesante es que no debemos permitir que se aparee cuando es muy pequeña, lo mejor es esperar hasta su madurez sexual, y este periodo puede comenzar luego de un primer año, pero siempre depende de cada animal ya que influyen factores externos, como la raza y hasta su propio peso.
Si comienza su época de celo a los seis meses y ya se muestra receptiva frotándose con objetos y haciendo posturas extrañas y maullando sin parara, solo nos queda ser pacientes.
Muchos dueños no tienen pensado tener cachorritos y deciden castrarla, esta es una de las mejores decisiones que se pueden tomar, ya que no tendrán consecuencias negativas y se evitara insufribles ciclos para ella como para nosotros.
Pero con el enorme avance de la ciencia, en la actualidad existe un método intermedio que consiste en aplicarle a la gata inyecciones que van a evitar el celo. Para muchos la opción de castrarla puede ser algo muy determinante y por eso lo mejor es consultar con el veterinario sobre lo mejor y más conveniente para nuestra mascota.