Los gatos pueden desarrollar cualquier tipo de enfermedad y la leucemia felina es una de ellas. Esta es una condición que se contagia fácilmente y que puede terminar con la vida del animal es sino es diagnosticado a tiempo. Dentro de las miles de enfermedades que puede desarrollar un gato se encuentra la leucemia felina, una condición muy grave y peligrosa que si no es tratada a tiempo, puede terminar con la vida de nuestro minino.
Se puede creer, al escuchar el nombre de la enfermedad, que puede ser muy similar o parecida a la leucemia que desarrollan los humanos, pero no, porque en los gatos es una enfermedad que una vez que se adquiere, se extiende por todo el organismo y es muy fácil de contagiarse.
Los gatos que se enferman pueden haberse contagiado de muchas maneras, por contacto sexual, con sangre o con saliva de algún gato infectado. Esta enfermedad está presente en el mundo entero y cualquier animal puede contraerla.
Muchas veces los veterinarios recomiendan castrar al animal para reducir las probabilidades de contagio por vía sexual, pero lamentablemente, no puede hacerse nada en contra de las otras formas de contagio que existen.
Se han visto casos en donde el gato se convierte en portador de leucemia pero nunca llega a desarrollarla, ni a mostrar ningún signo o síntoma de la misma. En otros, no sucede lo mismo y si no es atendido a tiempo, nuestra mascota puede morir antes de imaginarlo.
Para evitar esta y cualquier otra enfermedad, lo mejor es estar siempre pendiente de la salud de nuestro felino, no debemos descuidar las visitas con el especialista, y hacerle aunque sea una vez al año, un chequeo completo de rutina.
La alimentación y la higiene de cualquier animal del que nos hemos hecho cargo es de vital importancia, ya que si la mascota no es alimentada como debe y tampoco se le asea de la mejor manera, sus defensas disminuirán y estará más propenso a contagiarse o desarrollar cualquier problema u enfermedad.
Si observamos que el minino se enferma con frecuencia, lo mejor es tenerlo en observación y bajo control médico, la leucemia felina es una condición que se ha presentado hace muchos años, pero algunos veterinarios no conocen lo suficiente de ella y pueden obviar o no reconocer sus síntomas, empeorando la salud de la mascota.