Los gatos son animales muy especiales que han aprendido a convivir con el hombre al igual que los perros y al parecer ellos son los compañeros más aceptables en el área doméstica; y a pesar de que el gato tiene sangre de felinos, hasta hoy no ha dado graves problemas como para atemorizarnos de él. Si bien es cierto mientras el gato no se sienta amenazado por nadie, seguirá siendo uno de los animales más tranquilos y andarán por ahí y nosotros sin darnos cuenta. Estos animales son muy cariñosos, delicados, así lo sentimos cuando nos rozan con su piel y además son tan especiales, que hasta se podría decir que son los seres más superdotados que existen en cuanto a su sistema auditivo, sobrepasando al ser humano, y al perro; pues imaginen que el gato escucha el ruido de las manijas de un reloj cuatro veces más fuerte que lo que las puede oír el ser humano, ¿no es esto de admirarse?, pues sí, así es, ellos logran percibir el sonido que hacen los cables eléctricos de nuestra casa, esto es extraordinario, ellos saben cuando un ratón o rata está por venir, porque logran escucharlos a siete metros de distancia.
Sabemos que, la cóclea es una parte de la estructura fundamental que se encuentra en el oído interno en forma de espiral y es capaz de de transformar las vibraciones mecánicas de los sonidos que escuchamos, que llegan al cerebro, a través del nervio auditivo; pero las fibras de nuestra cóclea son mucho menores de las que tiene un gato, pues las fibras cócleas de un gato son cuarenta mil, para las que tiene el hombre que son diez mil, y esto es lo que le permite al gato ser un capo en cuanto a escuchar los sonidos se refiere.
También es un aporte principal que ayuda a que el gato pueda localizar un sonido a lo lejos, pues esos son los músculos de sus orejas, estos le permiten tener una mejor percepción para detectar el sonido. Ya te habrás dado cuenta también, que por lo general los gatos no temen a las altura, ellos pueden caminar por barandas, por ventas que están en lo alto de los edificios, por ramas de árboles y ellos no tienen miedo. Y esto sucede porque los órganos que hacen que el gato tenga un buen equilibrio también se encuentran en el oído, es por ello que el gato no se puede caer.
En algunas ocasiones los gatos sienten sonidos muy fuertes y se ponen muy atentos, paran las orejas, y están al tanto de lo que sucede; de nervios sacan las uñas o se ponen cabizbajos. Saben diferenciar la voz de un hombre de una mujer, pero les encanta cuando una mujer les habla porque sienten la voz más delicada. Cuando los gatos escuchan griteríos en el hogar de acogida, se marchan, pues no les agrada la bulla y ellos prefieren escuchar conversaciones en voz baja y muy suavemente.
Ahora que ya sabes cuales son las dotes de tu gato, cuídalo mucho, quiérelo, y dale toda tu protección y tu amistad.