Los perros y los niños tienen una relación poderosa que los adultos con sana envidia ya quisiéramos tener. Esta relación es notable y cruza lo especial, perros y niños se hacen los mejores amigos puesto que los niños tienen un alma inocente que jamás medirá su bondad. Hoy te contamos la historia de Ken, un niño filipino que ama a los animales y en especial a los perros. Ken apenas tiene 9 años pero ya es consciente de la necesidad de los perros de tener un hogar y la tristeza que conlleva encontrarse animales abandonados, por eso mismo el pequeño a dedicado parte de sus días a crear un refugio para animales.
Ken no podía esperar a crecer y para tener seguramente más formas de ayudar a los perros abandonados, por eso mismo comienza su ardua labor tratando de cobijar a los canes en su centro para animales abandonados al cual bautizó como Happy Animals Club.
Happy Animals Club es humilde pero rico por su propósito de ayuda. Imaginen a este niño querido ayudar a sus hermanos menores, ofreciendo refugio a los perros abandonados porque seguramente tiene un gran corazón, eso deberíamos tener nosotros los adultos también.
El refugio de Ken no solamente recibe perros, también ayuda a los gatos en abandono aunque estos animales son más independientes y es posible no se les encuentre tan maltratados como a los perros que dependen del hombre para subsistir.
Al principio Ken no tenía fondos suficientes para ayudar a todos los animales que se encontraba cerca de su casa, les ofrecía tiempo a su lado, alimento, pero aún así los recursos tienen un valor alto. No obstante la suerte cambia y gracias a las redes sociales Ken y su Happy Animals Club reciben donaciones y voluntarios.
La sonrisa en el rostro de Ken dice mucho sobre como se encuentra su alma en estos momentos notando que puede hacer un cambio en la vida de los perros y sus corazones. Si quieres saber más de este niño y su causa justa puedes visitar su propia página web desde donde cuenta la historia y motivación además de darle las gracias a las personas que hacen posible la existencia del refugio.