El perro sin raza es un digno ciudadano de a cuatro patas, él es único por no ser repetible, nace con sus características que le distinguen de los grupos que el hombre educa orondamente sacando pecho por el llamado pedigrí. Los perros sin raza suelen ser los últimos en ser adoptados, la educación humana nos lleva a discernir que la belleza esta solamente arraigada a los perros de raza y que los mestizos sencillamente son por así decirlos lo común para los comunes.
Se debe reivindicar a los perros sin raza, no es justo que las campañas y los argumentos en general tomen siempre como modelos a los perros llamados finos o de raza. Dentro del mundo animal el hombre también esta comenzando a herir con una suerte de racismo canino y eso se debe evitar.
La adopción es un derecho que debe alcanzar por igual a todos los perros que necesitan de un hogar. Es momento de ofrecerles la oportunidad y valorarlos por su existencia y no por sus características físicas.
Los perros sin raza son individuos únicos igual de bellos, siempre leales, aprenden rápido y todavía son más resistentes a las enfermedades. Todos los seres merecen respeto y amor sin importar la dichosa sangre azul que muchos toman para alardear.