Si dispones de una terraza o un jardín y además tu perro pasa buena parte del tiempo haciendo su vida en dicho espacio, entonces debes saber que podría suceder que el animal haga de esta zona un mundo que no piensa abandonar. Tal vez tener un jardín te ha facilitado el evitar que tu perro se porte mal con tus invitados al expulsarlo a la zona exterior de la casa, incluso te ha servido para criarlo desde cachorro y entrenarlo en ciertas reglas que debe respetar, sin embargo no todo es color de rosa.
Dejar a tu perro en el patio exterior ya sea jardín o terraza puede fomentar que se haga menos sociable. Este aislamiento es negativo pues no aporta nada en la mejora de los comportamientos, es como ignorar el problema del perro.
Si el perro pasa demasiado tiempo aislado puede volverse un animal antisocial con las personas y otros perros, además de convertirse en un foco de agresividad. Otras cosas que vas a fomentar son los ladridos en su intento por reunir a la manada.
El tiempo que el perro pase por ejemplo dentro del jardín le dará la oportunidad de invertir su energía en algunas acciones que no te gustarán, por ejemplo podría ponerse a hacer muchos huecos, comerse todas las plantas o ladrar como un desquiciado a otros perros que pasen.
Desde luego que pese a todo no debes evitar que tu perro tenga un día soleado jugando en el jardín, todo siempre que sea dentro de los límites que le impongas con una educación temprana.