Es normal que debido a bacterias, ácaros y hongos se produzcan infecciones en el oido de los gatos y perros. Cuando llegan hasta el oido interno se tornan graves y a veces sólo pueden ser curadas con intervención qurúrgica, necesitando después un tratamiento intenso para evitar daños crónicos. Es normal que teniendo alguna mascota en casa no dejemos de preocuparnos por su salud. Algo muy común son las infecciones de oído que pueden deberse a bacterias o levaduras en el oído externo, medio o interno produciendo dolencias y daños permanentes en el canal auditivo y causando sordera y hasta ruptura de tímpanos.
Pero las infecciones auditivas pueden ser causadas también por algún tipo de alergia, ácaros, bacterias, trastornos de la piel, presencia de tumores o pólipos en el oído.
La mayoría de los casos se deben a una inflamación de los conductos auditivos externos que producen hongos y bacterias, convirtiéndose en un problema por los muchos agentes externos.
En un inicio la cera se reproduce en grandes cantidades y comienza el dolor originando una infección externa, pero a medida que las bacterias se introducen por el oído, los síntomas empeoran y resultará más complicado poder curar la infección.
Cualquiera puede darse cuenta de la infección externa ya que la oreja comienza a enrojecer y el animal se rascará todo el tiempo, causándose daños y heridas en la piel. Cuando la situación se agrava el animal llega a gemir y llorar.
Mientras la infección va avanzando el dolor irá en aumento, los ojos se resecan, el tamaño de la pupila cambia, y hasta puede tener nauseas y ciertos problemas para caminar.
Por eso para evitar y prevenir que nuestra mascota tenga una infección de oído, deben eliminarse las bacterias con anti fúngicos y antibióticos, averiguando también la causa que la provocó. Solo el veterinario hará los análisis respectivos para informar el diagnostico y después recomendar el tratamiento más adecuado.
Dependiendo del grado de la infección, esta pueda curarse en casa cuando es leve, pero si ha llegado hasta el oído medio y al nivel interno, a veces solo con operación puede curarse, recentándose luego un tratamiento intenso para evitar daños crónicos.
Como siempre lo mejor es prevenir antes que lamentar y la limpieza de los oídos de las mascotas es algo que no debe dejarse de lado.
Cuando la infección ha sido curada, las orejas deben permanecer limpias y realizarse revisiones periódicas para que no vuelvan a aparecer. No se puede controlar que otra enfermedad provoque una infección, por eso es vital mantenerse al tanto, vigilarlo y llevarlo con el especialista cuando se note algo distinto.