Salir a la calle con el perro implica algunos riesgos, no todo es color de rosa como se dice, por ello hay que tener en cuenta algunos puntos para evitar cualquier situación estresante para dueños y perros. Como primer punto la elección del lugar ¿dónde van a ir juntos a pasear?, ¿el lugar es seguro para ambos?, conoce más a continuación. Respecto a la locación donde tu perro podrá ejercitar siempre a tu lado y con correa para mayor seguridad, es recomendable estar seguro que en la zona no se encuentra ningún elemento que signifique problemas como por ejemplo del tipo salud, así tenemos digamos zonas húmedas o llenas de charcas que pueden ser nido de insectos que al picar transmitan enfermedades.
Además observa bien si el terreno es limpio, no querrás toparte con algún hueso inapropiado u otro elemento como venenos que el perro quiera recoger, podría atragantarse, hacerse mucho daño o algo peor. El perro siempre es curioso, por más educado que se encuentre si algo llama su atención querrá descubrir de que se trata. Igualmente no olvides previamente fortalecer alguna clase para que siempre te preste atención.
El paseo es el momento adecuado para reforzar las normas, no dejes de llevar al perro sujeto con correa, esto debe ser una constante por lo menos hasta que demuestre que puede ceñirse a las normas y respetar los límites que pones como su líder.
Al regresar al hogar viene el instante de la limpieza, la calle no es un lugar seguro de bichos así que de seguro el perro podría traer algún huésped indeseable. Primero comienza limpiando entre sus patas que mantienen mayor contacto con la tierra, observa su cuerpo y dale un baño con agua y jabón, tal vez con un producto que elimine bacterias y parásitos.