El encierro de las mascotas termina siendo el propio encierro de los dueños. Si una mascota no sale a socializar con otros animales y humanos entonces se volverá un animal solitario que actuará extrañamente ante la presencia de los visitantes. Una mascota poco sociable va a cuidar siempre su territorio de extraños, pero no lo hará como debería ser, ella siempre irá por la ruta más agresiva y todo porque ha desarrollado inseguridad y desconfianza hacia aquello que se mueve en el mundo exterior.
Igualmente pueden presentarse los miedos y otros temores que potencian a futuras mascotas agresivas. Es importante que los animales no estén ni se sientan encerrados, el salir les dará gran confianza sobretodo al hacerlo con su compañero de juegos, la persona responsable.
El ejercicio alivia la carga de energía, igualmente asegura que la mascota encuentre un equilibrio en su mente y además aprenda a comportarse sujeta a la correa siempre caminando al lado de su dueño. No dejes encerrada a tu mascota, el encierro es una forma de maltrato.
Aprovecha las salidas o paseos para que la mascota ejercite, aprenda trucos o siga ciertas reglas de comportamiento, para ésto último es bueno que busques parques que no tengan elementos que la distraigan, jamás dejes de lado la correa mientras aún no te presta la debida atención.