A los perros no solo les gusta la música, es más les encanta, ellos pueden escuchar los sonidos de su amo y mantenerse atentos en un estado de felicidad, si el amo apaga la música o deja de tocar algún instrumento de su dominio el perro en seguida se pone triste como pidiendo vuelva a comenzar. La actitud del perro al escuchar música es positiva sobretodo en perros que han sido criados dentro de un contexto repleto de sonidos con ritmo y compás, de seguro esto evoca de forma sustancial la idea de que la música domestica a las animales.
Esto es verdad y tiene amparo en la ciencia, según algunos estudios los perros tienen afición por la música, además pueden formar sus propias preferencias musicales como por ejemplo el amor por las melodías de la música clásicas o por aquellas composiciones que les suenen familiares.
Desde luego existen perros que no soportan la música, más bien no soportan los niveles graves en su sonido y por ello lo primero que hacen al escuchar música es aullar. Los aullidos de los perros expresan su sensibilidad peligrosa a los sonidos que pones, por eso ten cuidado en la selección de canciones que tú y la familia ponen en la casa.
Los perros deben relajarse con la música pero no estresarse. Hay que buscar sonidos suaves, pausados, relajados que indiquen al perro tranquilidad. Poco a poco su estado mejora, será más sumiso a ser un can equilibrado y propenso a relajarse aún en situaciones extremas. Recuerda que la música que el perro escuche deberá estar en un volumen no tan alto y que llene el ambiente. Si tocas por ejemplo la guitarra y otro instrumento realiza una prueba, pueda que descubras un fanático canino.