El tiempo de divorcio es un total tránsito de estrés donde la ex pareja comienza trámites enredados para liberarse del matrimonio, ello implica tomar decisiones o demandar tenencias como el caso de los bienes materiales, eso incluye a las mascotas según la ley española. El perro en España es considerado como un patrimonio, en otras palabras el perro viene siendo para la ley como un objeto y el juez bien puede designar quien se queda con la mascota o dejar la decisión en manos de los divorciados.
La decisión de quien se lleva a la mascota puede encontrar respuesta en dos opciones claras: primero tenemos el acuerdo amistoso, donde la pareja decide directamente quien se va con la mascota salvo que uno de los dos la hubiese comprado podrá hacer valer tal acción.
Si la pareja no se pone de acuerdo entonces la segunda opción va por el campo de las acciones legales. Esto implica incluso la indemnización del cónyuge que pierde derechos de la custodia. También podrían ser favorecidos con una custodia compartida y ello pensando en los tiempos y el cariño de los niños por las mascotas.