Los cachorros cambian de dientes cuando tienen entre 4 y 8 meses de edad, en ese tiempo que debemos tener mucho cuidado ya que pueden tragarse las piezas y sufrir algunas consecuencias como la diarrea. Debemos vigilar que casa muerden y llevarlos regularmente al veterinario para que se encargue de realizarles una limpieza dental. Al igual que los niños pequeños necesitan de muchos cuidados, cuando se decide tener una mascota en casa, ésta se convierte en un miembro más de la familia, y por lo tanto, debemos brindarle cariño, alimentación y atención médica.
Los cachorros también cambian de dientes, primero tienen dientes de leche y entre los 4 y 8 meses comienzan a cambiarlos por los que serán definitivos. Este proceso de cambio, suele durar más o menos 2 meses.
En primer lugar debemos estar al tanto cuando se encuentran en esta edad, hay que vigilarlos en todo momento porque pueden tragarse el diente y sufrir consecuencias como diarrea. En otros casos, los cachorros presentan cierta dificultad en pleno cambio y debido a ello se hacen más frecuentes las visitas al veterinario.
Es bueno acostumbrarlos desde pequeños a que sus dientes serán revisados, haciéndoles limpiezas y cuidados dentales.
Todos los perros cuando son cachorros tienen por costumbre masticar todo lo que encuentran, por eso se recomienda ser cuidadosos con las cosas que se dejan en el hogar. Ellos deben aprender y saber qué cosas se les permite y que cosas no.
Los perros son animales muy inteligentes y entienden lo que uno les habla. Cuando muerde algo que no debe, se le debe decir con tono de voz elevado ¡No! Y se le dirige hacia el objeto que si puede morder.
Lo mejor es comprarle juguetes resistentes, que deben ir dándoles cada cierto tiempo para que no se lleguen a aburrir.
Todos los objetos que tenemos en casa deben ser cuidados con más atención que antes de tener la mascota, sobre todo las plantas y algunos cables eléctricos que pueden haber quedado sueltos y que se convierten en un gran peligro al ser mordidos.
De igual forma debemos mantener guardados y en lugares altos y cerrados los insecticidas, los productos de limpieza ya sean sólidos o líquidos. También debemos ver nuestras cosas personales como carteras, zapatos, calcetines, los juguetes de los niños, el maquillaje y las medicinas como las pastillas.
Si se pudiera, la mascota debe tener un espacio donde pase la mayor parte del dia, un lugar que esté libre de peligros y donde pueda descansar, alimentarse y jugar.
Hay que recordar también, que desde pequeños debemos acostumbrarlos a que hagan sus necesidades fuera de la casa y a que diariamente realicen 1 hora de ejercicios al aire libre en compañía de sus amos, esto resultara saludable para ambos.